La marcha convocada por los estudiantes llegó hasta la esquina de Colón, cercana al Consejo Nacional Electoral. Desde allí una comisión encabezada por Stalin González y Yon Goicoechea, se dirigió hasta la sede del ente comicial para reunirse con los rectores. Mientras se llevaba a cabo esta reunión un grupo de estudiantes se encadenaba en las escaleras del CNE y los universitarios que estaban a las afueras del ente comicial fueron reprimidos por los organismos de seguridad con bombas lacrimógenas y perdigones.
Durante la acción de la Policía Metropolitana y de la Guardia Nacional, varios estudiantes resultaron heridos, como por ejemplo Henry Vivas de la UCV (hijo del ex PM del mismo nombre) que perdió dos dientes a causa de los golpes de funcionarios policiales.