
La foto que dio la vuelta al mundo era un cercano presentimiento la mañana del 7 de noviembre pasado. Su autor, Gregorio Marrero, fotógrafo venezolano de la agencia de noticias AP, recibió instrucciones de su jefe para cubrir la marcha de estudiantes opositores al Gobierno que ese día saldría desde la plaza del Rectorado de la UCV y finalizaría frente al Cuartel San Carlos.
Todas las previsiones noticiosas estaban circunscritas a lo que sucedería en la larga caminata. Había razones para que todo lo demás, incluso las actividades del presidente Hugo Chávez, pasara por debajo de la mesa. Cinco días antes, el 2 de noviembre, una concentración similar cerca del Consejo Nacional Electoral fue disuelta con bombas lacrimógenas y potentes chorros de agua.
Consciente de ello, Gregorio Marrero no perdió detalle de la concentración. Se turnaba entre la vanguardia de la protesta, donde una brigada de 300 estudiantes, entre los que estaba Aldo Sánchez, protegía a los asistentes y la retaguardia.
Gerardo Olivares, estudiante de Letras de la UCV, era uno de los participantes. Ninguno de los tres se conocía, pero al finalizar la marcha sus nombres quedarían enhebrados para siempre.
El regreso
Aldo Sánchez no estaba en ese grupo que se reunió con la presidenta del TSJ, Luisa Estela Morales, por una característica que salta a la vista: no es un pico de plata. Es un joven de 19 años de edad, de verbo atropellado, que piensa tan rápido que no alcanza a modular bien las palabras. Si no fuera por su atlética complexión, los brazos cincelados en la rutina del gimnasio, sólo le quedaría corear las consignas de las manifestaciones.
Ese porte no pasó inadvertido a la hora de asignarlo a las labores de seguridad del movimiento estudiantil. Cuando finalizó su trabajo, decidió regresar a la UCV. Llevaba puesta una franela anaranjada y un casco, como el de los ingenieros constructores.
Allí en la UCV estaba Gerardo Olivares. También venía de la marcha y se sentó en el sector conocido como Tierra de Nadie a esperar que dieran las 4:00 pm para entrar a clases. Olivares es estudiante de Letras. A las 3:00 pm, según un reporte de la Dirección de Seguridad de la UCV, un grupo de personas con el rostro cubierto, armado con piedras, pistolas y bombas de fabricación casera, se concentró en los alrededores de la Escuela de Trabajo Social de la universidad y amenazó con agredir a dos vigilantes de esa institución, Iván Rodríguez y Edgar Gómez. Ambos trabajadores aseguraron que los encapuchados agredían y atracaban a los estudiantes que venían desde el centro de Caracas.

Fuente: El nacional
Fuente: http://www.ojoestudiantil.net/
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